Las piedras del corazón



¿Has tenido alguna vez la sensación de que tropiezas en la misma piedra? ¿Piensas que tu vida sentimental es como un ciclo que se repite? Y lo que es menos alagüeño, ¿Crees que será siempre así?


Si has contestado que sí a la primera pregunta, puedes preguntarte si puedes reconocer una piedra cuando la ves, de qué forma sortearla, o cómo no poner el pie para tropezar.
Si has contestado que sí a la segunda pregunta, cuando veas que pasas unas cuantas veces por el mismo sitio, puedes plantearte que estás caminando en círculo. Y para salir del círculo, tan sólo hay que tomar otra dirección.


Si has contestado que sí a la tercera pregunta, reflexiona, si estás seguro/a de que algo es cierto e irrefutable, es más que probable que pienses que no se puede cambiar, ya que es y será así.

Sin embargo, no te olvides, que tienes capacidad para decidir y cambiar, en el caso de que quieras hacerlo, claro. 


Imagínate que te sientes solo/a, y que cuando conoces a alguien que te parece interesante, al final no pasa nada. Las cuestiones a plantear pueden ser varias, por ejemplo: ¿Qué tiene de malo estar solo/a? ¿Puedes ser feliz estando solo/a? Si te sientes bien, ¿Crees que esa felicidad se irradia?, cuando conoces a alguien que te atrae, ¿Qué haces? ¿Haces algo o te quedas paralizado/a por tus propios miedos?, si no haces nada, ¿Qué esperas que pase?, y si siempre haces lo mismo y acaba igual, ¿No crees que es hora de cambiar el método?


Imagínate que como siempre has tropezado en la misma piedra, vas buscando cualquier indicio de roca, te encuentras con alguien con quien te sientes a gusto, pero vas buscando piedras, porque cuando tropezaste y te caíste, te hiciste mucho daño. Todo parece que va bien, lo que resulta muy sospechoso… ¡hasta que un día ves un pequeño guijarro! Lo sabías, ¡hay una piedra! Y ahora piensas que te vas a tropezar otra vez, y que volverá a ser igual, o peor. Es el momento de pararte y reflexionar por un segundo: si tienes miedo a caerte, y consideras que ese guijarro te va a hacer daño, lo más lógico es que te apartes. Así confirmas que siempre será así, como ya sabías.


Este mecanismo, es el camino más fácil, aunque también el más doloroso. Cabría que te preguntaras si te has recuperado de esa dolorosa caída. Si no lo has hecho, deberías curar esa herida, y si te has recuperado, ya sabes que si te caes, te puedes curar, levantar y seguir caminando. Ahora sólo tienes que decidir si te merece la pena quedarte mirando el campo desde tu refugio, o caminar aún con el riesgo de caerte. Ten presente, que un guijarro no es una gran roca, así que mientras no veas una piedra de verdad, no te alarmes, que puedes sortear los obstáculos, que en todos los campos encontraras alguna piedra o guijarro, y que la belleza del campo está en su conjunto.

Victor, gerente de Psicologing ha escrito este artículo para los miembros de SinglesOnline.